PLAZA DE LA CONSTITUCIÓN

PLAZA DE LA CONSTITUCIÓN
VITORIA-GASTEIZ

miércoles, 11 de diciembre de 2013

JUNTA DE POLICIA 1784

El Ayuntamiento de Vitoria, preocupado por mejorar la convivencia ciudadana proyecta en 1779 unas normas de Policía, entendiéndose este término como el conjunto de disposiciones para que reine el orden, la tranquilidad y la seguridad dentro de la ciudad. En fecha 4 de marzo de 1784 queda constituida la Junta de Policía con los miembros siguientes: Marqués de Montehermoso, Pedro Jacinto de Álava, Francisco Javier de Urbina, Blas de Retolaza, Simón de Altuna y el secretario Miguel de Robledo. Dicha Junta quedaría definitivamente establecida el 25 de junio del mismo año, al quedar autorizada por Real Provisión del Consejo y sus efectos se dejaron sentir rápidamente entre el vecindario. Los viajeros que pasan por Vitoria ven con envidia este dinamismo de la ciudad como D. Antonio Ponz que en su "Viaje fuera de España" dice:
"Acaba de formarse en Vitoria una Junta de Policía, que podría servir de norma a otras ciudades. Sus artículos principales son seguridad, sosiego, recreo de los moradores, limpieza y hermosura de las calles, plazas, edificios, paseos y caminos. Se experimentan ya las ventajas que procuran al público estos celosos ciudadanos en la iluminación de las calles por la noche, en haber quitado de las mismas rejas que sobresalían en las paredes y otros estorbos para dar más libre tránsito, y en haber establecido reglas para una limpieza permanente".
Sacado del trabajo de Ingreso como Socio  de Número en la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País de D. Luis María Areta

domingo, 29 de septiembre de 2013

Foronda, el relegado


Es el aeropuerto mejor equipado y más moderno de los cuatros (de Euzkadi del Sur). Si embargo comparado su flujo anual de pasajeros, 100.000, con el de Bilbao, 500.000, da una idea de lo que realmente sucede: Foronda es un aeropuerto infrautilizado.
Según su director, Vicente Almogera, Foronda "por su posición geográfica, instalaciones y enlaces tiene vocación a medio plazo para ser considerado como cabecera regional de la Zona Norte, con el propósito de dar servicio a una comunidad más amplia que el País Vasco. Pero la política de indecisión de Iberia, con traslado de vuelos a Vitoria desde Bilbao y viceversa, que no mejoran la rentabilidad, desconciertan y perjudican al usuario".
El aeropuerto de Foronda recibió el puntillazo el año 1984 cuando Iberia decide de nuevo volver a pasar a Bilbao los vuelos con destinos a Málaga, París y Frankfurt. Menos vuelos, menos pasajeros, la relación es directa. A pesar de su categoria como aeropuerto (en todo el Estado tan sólo Madrid está igualmente equipado), Foronda ha venido a menos. Sin vuelos internacionales, y con los justos para destinos interiores, el aeropuerto de Vitoria presenta en la actualidad un pobre panorama que contrasta con la congestión existente en Bilbao.
"Cuando Iberia suprimió el vuelo a Málaga -comenta el señor Almogera- y le traslado a Bilbao, un gran flujo de pasajeros con residencia en La Rioja y Navarra, y que acudían por comodidad a Vitoria, dejaron el avión para viajar de nuevo en ferrocarril u otro medio de transporte. Quiero decir que aquel ajuste de vuelos ayudó  mermar más la situación de nuestro aeropuerto. Pero dado que está llamado a canalizar la mayor parte del tráfico aéreo de toda la Zona Norte, es necesario, mientras tanto, potenciar la utilización del mismo para evitar la obsolescencia, tanto del personal como de las instalaciones".
Sacado de EROSKI KONTSUMITZAILEEN ALDIZKARIA- LA REVISTA DEL CONSUMIDOR VASCO. FEBRERO 1987. Nº 104. revista mensual gratuita.

jueves, 1 de agosto de 2013

ASILO PROVINCIAL "SANTA MARIA DE LAS NIEVES"

Se inauguró el 4 de agosto de 1907 con la presencia de Alfonso XIII, su madre la Reina Maria Cristina y su esposa la Reina M. Victoria Eugenia.

"El objeto del  Asilo Provincial de Santa Maria de las Nieves es cumplir los deberes que la tradición constante del pueblo Alaves impone a su Diputación, asilando a expósitos, huérfanos desvalidos o impedidos para el trabajo, y dementes de ambos sexos, pobres y que reúnan las condiciones exigidas por este reglamento"






Sacado del libro de Osakidetza que hizo con motivo del centenario

jueves, 25 de julio de 2013

APODOS EN LA BATALLA DE VITORIA

En el libro "Glorias Babazorras" de 1855 de Peruchico (Angel Albeniz Gauna) aparecen los siguientes apodos de la época de la batalla de Vitoria:
Pajarico (Miguel Ricardo Álava y Esquivel)
Armero (Francisco Longa)
Dos-Pelos (Sebastián Fernández de Leceta
Amalau
Escallo
Macurra
Macala
Narru
Cachipi
Compralugares
Espantaforasteros
Cagolita
Chupadica
Chorramandiles
Mocoverde
Piejolindo
Juan-Chorra
Matapollas
Moñete
Ricopelo
Tocino
Condesa
Galga
Siete-sayas
Chuta
Culo-Negro
Chomina
Chibota
Cachán
Chambolín y Farraca
Chonchón
Chinas
Macetas
Cascos
Godón
Pedro y Medio
Candonga y muchos más
Sacado de un texto de Eduardo Valle Pinedo de la revista de blusas LUKEN de este año

miércoles, 10 de julio de 2013

RETRATO DE MIGUEL RICARDO DE ÁLAVA Y ESQUIVEL

OLEO DE LUIS BACCIA, 1815
CONFERENCIA DE GONZALO SERRATS: BIOGRAFO Y DESCENDIENTE DEL GENERAL ALAVA

De carácter franco y dicharachero, hombre de palabra, conversación y buena cuna consiguió la amistad del Duque de Wellington, quien le defendería y protegería cuando España le dio la espalda, como a tantos otros progresistas fieles a sus ideas.
Aleccionado e ilustrado en el Real Seminario patriótico de Vergara, aprovechó la educación progresista de insignes profesores para bandearse con presteza entre el viejo régimen que terminaba y la Europa de los ciudadanos que nacía con fuerza. Acabada su carrera militar en Waterloo, donde jugó un papel determinante al lado de Wellington, su vida discurriría en el mundo de la diplomacia y la política.
Fue Miguel Ricardo de Arriola y Esquivel un liberal moderado, que defendió con toda su energia la templanza de ideas y actos. Su capacidad diplomática y el situar por encima de sus intereses e ideas particulares el bien nacional, le hicieron un magnífico compañero de viaje. Habia sido ésta una disciplina practicada en multiples ocasiones, dentro del Estado Mayor de Wellington.
Honrado y exonerado, su vida es un derroche de actos singulares que permiten comprender la convulsa época que le tocó vivir.

15 DE JUNIO DE 2013, 11,30 HORAS


MUSEO DE ARMERIA DE ALAVA

sábado, 1 de junio de 2013

ESTEBAN CUADRA

A finales del siglo XIX, Esteban Cuadra se acompañaba de algún amigo repartiendo o vendiendo sus coplas cuando había fiestas populares. Tenía una cigarrería "La perdiz" en la calle de Postas enfrente del actual edificio de Correos. A él se atribuye el zortziko dedicado a San Prudencio.
Hay varias versiones, coinciden en el principio "Los alaveses en este día, en armonía y buena unión celebran fiesta a San Prudencio, su Patrón". Hay variantes en la segunda estrofa "Buenas tortillas de perrechicos" y en el segundo verso "de huevos frescos y buen jamón" o "cordero en salsa y buen jamón" o "buenas chuletas y buen jamón".
Es posible que Cuadra fuera el autor de "Los pintores de Vitoria".
He aquí una copla descriptiva de la fiesta de San Prudencio:
"Por la mañana temprano
daremos un paseito
para ver la procesión
de San Prudencio bendito.
Después de comer en casa
tomaremos café y ron
y, después, al "Mentirón"
para ver lo que allí pasa.
¡Hola! los tamborileros
van afinando sus pitos.
"¡Ida y vuelta, dos realitos!"
gritan todos los cocheros.
Y unos por "El Mineral"
otros por "La Ventanilla"
pues mirad en la Ventilla
gentio fenomenal.
También hizó una cuarteta al alcalde de Vitoria, Francisco-Juan de Ayala:
"Es muy digna vuestra vara
de justicia y de verdad.
Respeto la autoridad
don Francisco-Juan de Ayala"
Una noche debían regresar Cuadra y sus amigos de alguna juerga cuando entre las calles Diputación y Prado se cruzaron con Ayala que vivía en la calle Prado. Les llamó la atención el alcalde por su comportamiento, puesto que debía pasar de la hora entonces tolerable. El cigarrero se dio cuenta de ello y con todo respeto le dijo la cuarteta anterior. Al día siguiente llamó Ayala a Cuadra, haciéndole repetir los versos y, en reconocimiento a la actitud y generosidad del cigarrero, el alcalde le obsequió con un donativo.
Apuntes tomados de un artículo de Venancio del Val aparecido en el folleto de las fiestas de San Prudencio "Fiestas 1992" de la Diputación Foral de Alava

miércoles, 29 de mayo de 2013

CANCIÓN AL BARRIO DE SAN MARTIN

Tiene Vitoria
mil bellezas que admirar,
plazas, jardines y paseos
orgullos de la ciudad;
templos y calles muy hermosas
y una Florida sin par,
y entre los barrios que tiene
hay uno que es popular;
San Martín, barrio de San Martín,
con cariño te miro al pasar,
San Martín, barrio de San Martín,
cuando voy la llanada a admirar,
eres tú, barrio de San Martín,
barrio alegre, castizo y popular,
San Martín, lindo barrio alavés,
yo quisiera poder en tu seno morar.
Barrio de San Martín
para mí eres el barrio ideal,
porque hay nobleza en tí
y mirando a la llanada estás.
Yo quisiera poder en tu seno vivir y soñar,
eres para mí el preferido
y por eso te vengo a cantar.

jueves, 16 de mayo de 2013

EL CASO DEL JUDÍO JATO TELLO

En 1485, ante el tribunal del alcalde ordinario de la ciudad, Juan Fernández de Paternina, juez civil y criminal en primera instancia, Jato Tello en todo momento negó su culpabilidad de flasfemar y renegar de Dios por lo que fue sometido a tortura judicial como medio para obtener su confesión. Esta tortura estaba autorizada por el derecho procesal de la época en los casos en los que el delito juzgado, en caso de culpabilidad, conllevara una sentencia de pena de muerte o corporal. El tipo de tortura que padeció Jato Tello fue con toda probabilidad la del agua, ya que aparece mucho en los documentos judiciales. Consistía en situar al reo sobre el potro o sobre una escalera, atado de pies y manos, cabeza hacia abajo, e ir introduciendo en su boca cierta cantidad de agua, "jugando" con la posibilidad de traspasar el límite y ocasionarle la muerte por ahogo. Al principio se mantuvo en su inocencia, pero finalmente confesó que "era verdad que él había renegado".
El juez, una vez arrancada la confesión, y sin conceder a Tello el tiempo que establecía el derecho procesal para preparar su defensa, procedió a dictar sentencia condenatoria en los siguientes términos: mutilación de la lengua, cincuenta azotes (latigazos en la espalda), confiscación de la mitad de sus bienes y pago de las costas del proceso. Llegados a este punto, todo reo podía apelar del fallo judicial condenatorio, máxime si éste significaba efusión de sangre, y en el caso de los vitorianos su tribunal de segunda instancia o apelación se encontraba en la Sala del Crimen de la Real Chancillería de Valladolid. La mujer de Tello, Buenaventura, junto con su procurador solicitó al juez que les diera copia para poder apelar de su fallo ante el tribunal de la Chancillería.
Una vez más Juan Fernández de Paternina no actuó con arreglo a derecho, ya que sin conceder la apelación paso a ejecutar la sentencia. Jato Tello fue sacado de la carcel, situada en el Campillo, montado en un asno con una soga a la garganta y conducido a la picota (plataforma con una columna donde se colocaba al reo) situada en la actual Plaza de la Virgen Blanca. Durante todo el recorrido un pregonero proclamaba su delito y sentencia, de esta forma se añadía a su castigo una nota de escarnio público. Tello fue colocado en la picota, y allí, a la vista de todos los vitorianos, se le clavó la lengua a un madero en lugar de amputarla, debido a que muchas personas de la ciudad rogaron al juez que desistiera de hacerlo. Tampoco estuvo mucho tiempo ya que los ruegos de los vecinos consiguieron que su lengua fuera desclavada. De las otras partes de la sentencia no se libró.
Finalmente Tello consiguió ser oido en la Chancillería y allí se demostró su inocencia y la prevaricación del juez Juan Fernández de Paternina , que había actuado contra él por enemistad. Para resarcir a Tello la Real Chaccillería procedió a declarar que a Jato Tello se le debía restituir su honra y su hacienda, y a Juan Fernández de Paternina condenar por su actuación en las costas procesales del pleito críminal, que ascendieron a 7.500 maravedís. Por otra parte el mismo pregonero tuvó que proclamar su inocencia en estos términos "que ninguna ni algunas personas no sean osadas de decir al dicho Jato Tello ni a su mujer ni a sus hijos que fue azotado ni enclavada su lengua ni otra mengua ninguna tocante a la justicia que de él fue hecha en la ciudad por mandamiento del dicho Juan Fernández de Paternina". Aquel que dijera tales palabras sería condenado a una dura pena económica de 2000 maravedís, a repartir en dos mitades entre Jato Tello y las obras de mantenimiento de la muralla de Vitoria.
Después de ésto, en 1487 se recopilaron las ordenanzas segregadoras de la comunidad judía vitoriana, en 1488 se asaltó una sinagoga y en 1492 se hizo el edicto de expulsión de los judios.
Apuntes sacados del artículo de Iñaki Bazán de la GACETA MUNICIPAL DE VITORIA-GASTEIZ Nº 123 del 20 de febrero de 1999

miércoles, 24 de abril de 2013

ESTAMPAS VITORIANAS

 En el libro L´ESPAGNE de F. J. Sánchez Cantón aparece La Grand´Place de Vitoria
 La "SANTA MISION" se celebró en el año 1951 con motivo del Jubileo Universal y duró 15 días. Vitoria tenía entonces 52.000 almas y en esas dos semanas se organizaron 350 procesiones, se cantaron 4.000.000 de rosarios de madrugada, se repartieron 70.000 estampas de la Virgen de Fátima.... y se jugó un partido de fútbol. Un par de años después el Alavés ascendía a primera división.
EXPOSICIÓN de JUAN ÁNGEL SÁEZ Y GARCÍA (1811-1873) celebrada en Vitoria del 16 de enero al 1 de marzo de 1998 en las salas Maria de Esquivel y Ortuño Ibañez de Aguirre
 FABRICA DE HARINAS DE EZCALMENDI
 ENTRADA POR EL PORTAL DEL REY 1854
 PLAZA VIEJA 1854
PLAZA NUEVA

jueves, 14 de marzo de 2013

SABLE UTILIZADO EN LA BATALLA DE VITORIA




CONFERENCIA EN EL MUSEO DE ARMERIA DE ALAVA
Sable de caballeria francesa, modelo "An XI"
Siglo XIX (enero 1811)
Longitud total: 102,5 cm Peso: 1,28 kilos
Materiales: acero, latón y madera
En el Museo de Armeria de Álava se conserva una nutrida muestra de sables de caballeria del modelo "An XI" pertenecientes al ejército napoleónico. Dicha muestra se compone de tres sables de oficial y iete de tropa, diferenciándose unos de los otros por los ornamentos de los primeros y la solida sencillez de los segundos. La pieza escogida para comentar fue uno de la tropa, por ser más significativo, ya que los sables de oficial suelen diferir notablemente de las especificaciones marcadas por los reglamentos.
El "An XI" es por ser el año 11 del calendario revolucionario, lo que equivale al año 1803. Nótese que la denominación de los modelos de armamento según el calendario revolucionario se mantuvo aunque el citado calendario dejase de utilizarse a partir del 1806. De hecho el  sable elegido fue fabricado tiempo después de esta última fecha.
Centrándonos en sus características principales, podemos apreciar que se trata de un sable de hoja curva con filo, contafilo y un importante vaceo en ambas caras. La guarnición es de latón compuesta por aro guardamano y dos puentes, rematado en un galluelo vuelto hacia la hoja. Formando guia para la vainapresenta un escudete alargado. El puño es de madera recubierto de cuero, con un disco de latón a cada lado y pomo aplanado con monterilla corrida. La vaina es de acero de un grosor considerable, con dos abrazaderas para sujetarse.
Las armas blancas del ejército napoleónico se forjaron principalmente en Klingenthal, Solingen y Turin. El sable de nuestro interés proviene de Klingenthal como pone en el lomo. Hay un alto grado de burocratización de estas factorias lo que produce una importante cantidad de marcas de control y registro en las piezas por ellas producidas. En cada pieza se pueden ver el nombre de la factoria, fabricante, director y controlador de la misma e incluso fecha de la fabricación.
Por ésto podemos saber de nuestro sable que la hoja fue forjada en enero de 1811 en Klingenthal y inspeccionada por Francois Louis Lobstein (L), Jean-Georges Bick (B) y el capitán Jean Paché (P con una estrella). Por otra parte, la guarnición y la vaina fueron fabricados en otros talleres, siendo la guarnición realizada en Versalles.
Respecto a su manejo, nos encontramos ante un recio sable de caballeria, un arma destinada al combate cuerpo a cuerpo una vez las armas de fuego han cumplido su cometido.